YOGA – MANEJO AVANZADO DE LA ATENCIÓN

Hay tres puntos donde podemos colocar nuestra ATENCIÓN: sobre distintas zonas del cuerpo, hacia adentro del mismo y hacia afuera del mismo.

Lo primero, básico y fundamental es desarrollar la capacidad de colocar la atención sobre distintas partes del cuerpo o varias al mismo tiempo, y poder sostenerla sin distracciones. Refinada la capacidad de atención, se puede ir hacia adentro, órganos (sutiles también) y sistemas, latidos del corazón, etc. Finalmente, la atención puede colocarse y sostenerse fuera de los límites del cuerpo físico, en diversas direcciones y/o distancias; con sus correspondientes efectos, estados de conciencia y realidad.

En el caso de la práctica de YOGA específicamente, lo primordial es desarrollar una capacidad de atención constante sobre la respiración, en diversos patrones y ritmos, SIN QUE ESTO GENERE AGITACIÓN; ya sea durante secuencias dinámicas donde se coordina respiración y movimiento o en posturas estáticas. Este desarrollo es lo que nutre, abre e irriga nuestro sistema a través de las Asanas (posturas); las cuales sin esta cualidad de atención/respiración son mera gimnasia o continuidad de un estado de agitación, de búsqueda, de inercia o acrobacia corporal.

La mirada abierta, despierta y sin desviaciones en confluencia con la respiración y, sobre todo, LA ATENCIÓN adecuada, es lo que brindará una experiencia de permeabilidad o ‘nubosidad’ de los límites corporales y fusión con el entorno; con la correspondiente percepción de liviandad corporal, incluso la no-sensación corporal. Vale aclarar, todo esto no tiene NADA que ver con estados de somnolencia, ‘cuelgue’ o desconexión, todo lo contrario: veremos incrementado nuestro alerta: y es ese alerta lo que nos facilitará ver la vida y a nosotros mismos desde otra profundidad, otra intensidad; decisiones tomadas desde ese lugar siempre nos impulsarán hacia adelante en el camino.

Luego puede pasarse a la suspensión de la respiración, acción que va directamente enlazada con la capacidad de colocar la atención hacia afuera del cuerpo y maximizar la experiencia de fusión interno/externa. El tan conocido Pranayama muy poco tiene que ver con el oxígeno en realidad, sino la concientización y posterior movilización de energía vital; usted puede pasarse toda la vida haciendo malabarismos con sus fosas nasales, su diafragma y sus pulmones sin lograr modular energía vital en su sistema; y mucho menos en el de otra persona. Estas fases ‘avanzadas’ (para algunas personas es algo normal y natural) de práctica/experiencia parten de asimilar que el mundo, incluido nuestro cuerpo, no es un mundo de objetos sino un mundo de campos energéticos de límites permeables, en constante interacción. Esto debe ser VISTO, no asimilado como una idea. Debe ser VISTO así como usted ve cualquier otra cosa delante de sus ojos. El primer requisito para VER de esta forma, es el Silencio Interno: adiós a las filosofías, teorías, opiniones, ideologías, preferencias, ideas y creencias.
Lo que mas sorprende (e incluso aterra) a la mayoría de las personas, es advertir que hay otro/s tipo/s de atención/es, otros tipos de conciencia MUY distintos de la habitual en la vida cotidiana.

Por supuesto, todo esto necesita (y retroalimenta) el combustible de una vida disciplinada, ausencia de ideas y opiniones que entren en conflicto con lo que se VE o experimenta y, ante todo, ahorro y eficiencia energética...siguiendo el diseño de la Vida. Entonces se nos revela el trasfondo, el sustento del mundo visible; otras y otras capas de esta maravilla inescrutable se nos van revelando… mientras advertimos que somos parte de esa maravilla indescriptible.
Benjamin Waltcheff
https://www.facebook.com/benja.waltcheff
Este material puede ser reproducido SIEMPRE citando la fuente.