¿Energía negativa? ¿Energía positiva?





Es frecuente escuchar o leer el término 'energía negativa'. 
Dejando a un lado ideas, opiniones y sensaciones podremos observar con mayor claridad este asunto.
No podemos limpiarnos de “energía negativa” porque no existe tal cosa; lo que podemos limpiarnos es del concepto “positivo-negativo”.

La energía es una fuerza (NEUTRA) capaz de producir un trabajo/movimiento/efecto.

A nadie se le ocurriría llamar ‘electricidad mala’ a la que alimenta una máquina que genere humo tóxico, por ejemplo, y ‘electricidad buena’ a la que alimenta un horno para cocinar.

Puede haber distintos tipos de residuos, congestiones, estancamientos o carencias energéticas en un sistema humano. Al no encontrar agradable su estado, el ser humano etiqueta esto como 'negativo'. También puede haber residuos energéticos propios de la acumulación en algunos ambientes, sobre todo provenientes de las emanaciones de las personas que habitan esos lugares: pensamientos, sentimientos, emociones, etc.

Por otro lado, se suele llamar ‘energía negativa’ a la que nuestro sistema no está lo suficientemente fuerte y compacto para tolerar.

Positivo-Negativo son INTERPRETACIONES del observador de acuerdo a sus agrados, desagrados, preferencias, reacciones y rechazos.
La energía, en sus múltiples manifestaciones, simplemente ES.


Toda ‘energía negativa’ que creamos percibir es un llamado a fortalecerse; un ejercicio que nos ponemos a nosotros mismos para integrar todas esas partes de la Vida que etiquetamos como negativo, denso, etc.

LO POSITIVO Y LO NEGATIVO
Probemos quitar de la instalación eléctrica de nuestro hogar el cable ‘negativo’ y luego intentemos encender alguna lámpara. Probemos conectar una pila desde un solo extremo. De la misma forma, sin todo ese caudal de cosas, seres y procesos que cada ser humano etiqueta como ‘negativo’, la lámpara de su Conciencia no se enciende.
Por otro lado, físicamente, la energía circula del polo ‘negativo’ hacia el polo ‘positivo’.

Y es muy fácil observar que las experiencias más profundas y transformadoras que todos solemos atravesar no resultan precisamente agradables o ‘positivas’ en apariencia, en primera instancia. Solo tiempo después se puede apreciar la perfección del proceso y el saldo de aprendizaje; se extracta lo ‘positivo’ y se advierte que ambos polos encendieron la Conciencia y son parte del MISMO proceso.
Por eso, el faro del Amor -como sinónimo de aceptación de TODO tal cual es-, se mantiene encendido en la confluencia de ambos polos.
Negativo/Positivo es solo una interpretación de la MUY limitada mente humana que siempre se inclina por alguno de ellos; sobre todo hacia lo agradable, por supuesto. Y por eso, nunca puede alcanzar la luz.
Cuando se deja a un lado la mente y sus interpretaciones desaparece esta concepción positivo/negativo y la lámpara permanece encendida.
A la luz de la conciencia, las cosas, los seres y los procesos simplemente SON.

Benjamin Waltcheff
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